Richard Burns Rally (RBR) nace en 2004 de la mano de Warthog Games Limited, ahora extinta compañía, con el asesoramiento de la WRC y el difunto piloto de Rally
Richard Burns.
Hay un aspecto crucial que define a RBR del resto de títulos similares de por entonces (y de hoy); Un logrado y complicado motor de físicas realistas que otorgaban al título de una complicada jugabilidad solo apta para los más acérrimos a la especialidad. RBR se basó en telemetrías oficiales y complejos sistema de configuración del vehículo para otorgarle esta complicada curva de aprendizaje.
Estas mismas bases que fueron fundadas en 2004 siguen hoy vigentes en un juego que con el tiempo y una comunidad afín le han coronado como el “Rey” de los simuladores de Rally. Si bien es cierto que actualmente el mercado cuenta con muchos títulos dentro de la categoría de simuladores, (rFactor, Live for Speed, NetKat, etc..) ninguno de estos títulos se especializa en el mundo del Rally, pues RBR es única y específicamente Rally asfalto/tierra/nieve.
A pesar de ser un juego con tantos años a sus espaldas, el apartado gráfico sigue estando bien resulto en parte gracias a una disposición foto realista que prima los detalles más importantes y que aderezado con unos simples efectos de polvo/lluvia/niebla/luz lo terminan de completa con un resultado más que aceptable para hoy día.
Aunque el apartado gráfico es algo que todos valoramos en casi cualquier juego, cabe destacar que RBR es y se presenta como un simulador y que por lo tanto su potencial no reside en detalles al máximo nivel, sino que reside como repetiré en su FÍSICA de CONDUCCIÓN.
Hay muchos juegos de Rally, sin ir más lejos la saga DIRT. Es posible que puedas jugar un tramo de apenas 3 minutos concentrado en cualquier otra cosa menos en el tramo, pues no requiere de mucho talento y la mecánica del juego es bastante simple. RBR no te permitirá estar concentrado en cualquier otra cosa que no sea lo que ocurre en pantalla. Prepara tus nervios de acero y 10 minutos por tramo. Escucha el copiloto, y prevee la saiguiente curva, pero sobre todo, no aceleres donde no debes, no frenes donde no debes, y no gires antes de lo que deberías. El resultado de cualquiera de estos errores es tu coche en la cuneta; RBR no permite errores.